26/3/16

Cueva do Carvão (Carbón)



Hay más cavidades volcánicas en las Islas Açores que las que podría imaginarse uno en un principio. Actualmente se conocen alrededor de 270 de las cuales 129 se encuentran en Pico, 69 en Terceira y 28 en São Miguel. El resto se reparte por las seis islas restantes.
São Miguel es la isla principal, y la más grande, del archipiélago de las Açores. De las cavidades conocidas en São Miguel la más interesante es la Cueva del Carvão. Se trata de un tubo de lava que actualmente tiene una longitud de 1800 metros repartidos en tres tramos. Pero fuentes antiguas permiten dar como muy probable la cifra de unos 5 kilómetros. Los hundimientos, los depósitos y la actividad humana se habrían encargado de impedir el acceso a buena parte de la cavidad. El tubo se extiende en forma casi rectilínea siguiendo, más o menos, un rumbo nornoroeste. Posee varias entradas o jameos, como se suelen llamar en Canarias a los hundimientos que permiten el acceso al tubo volcánico. Dos de las entradas son naturales y una tercera se ha formado excavando sobre la unión artificial, y subterránea, de dos tramos y sus respectivas entradas; formándose así un solo tramo que se ha habilitado parcialmente para el turismo. Esta entrada artificial esta en la zona noroeste de Ponta Delgada, la capital de la isla. Gran parte de la cavidad se desarrolla por debajo de la ciudad llegando a zonas como el Fuerte o las inmediaciones del Puerto. En la entrada habilitada para el turismo hay un centro de interpretación con una pequeña tienda en la que puede encontrarse abundante información en forma de libros y mapas. Uno de ellos reúne sistemáticamente, y de forma sucinta, la lista de las cuevas y sus localizaciones aproximadas sobre el terreno.
Cada grupo que entra en la Cueva do Carvão disfruta de un video explicativo que dura unos quince minutos. Y luego de una visita bastante corta, en total no llegarán a recorrerse 200 metros, aunque si se pagan 15 € se puede disfrutar de una visita espeleológica de casi un kilómetro. De cualquier forma nosotros hemos visto bastantes tubos de lava y tomamos la decisión de conformarnos con una visita turística. En la que nos integramos el ritmo fue especialmente lento, el guía nos habló en portugués, hubo pocas personas y pudimos hacer todas las fotos que quisimos. Aprovechando la buena iluminación de la cueva y con el trípode en ristre las cosas fueron más fáciles que con los flashes en una cueva salvaje.
En definitiva si alguien quiere disfrutar de una temporada espeleológica en tubos de lava, y cavidades volcánicas, situadas en un sitio tranquilo y apacible las Islas Açores son un destino apropiado. Si la combinación de vuelos es adecuada el viaje solo supone unas tres horas desde Madrid y el precio en temporada baja es muy asequible. Además las islas tiene bastantes más atractivos que las cuevas y eso junto a un clima atlántico suave, casi semitropical, las hacen adecuadas para los que buscan un turismo tranquilo sin excesivas aglomeraciones ni complicaciones. Además la gente es amable, sonriente y habla suavemente sin elevar la voz.  
  








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